
En el acto participaron el alcalde de Riba-roja, Robert Raga; la Secretaria Autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos y Comercio, Blanca Marín; el Director General de Industria y Energía, Diego Macià; el Gerente Asociación Empresarios REVA, Carlos Peinado; el Gerente Agrupación Riba3, Rafael Ibáñez; el Presidente de la Agrupación Empresarial Valenciana de Centros Especiales de Empleo (AGEVALCEE), Juan José Serrano; el Gerente de FEPEVAL, Diego Romá; el Jefe de Administración de SOLDAVAL, Juan Enrique Sebastià; el Gerente del GRUPO CHEMA BALLESTER, José María Ballester; el Presidente RAMINATRANS, Rafael Milla; la Directora General de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat, Helena Beunza; el Director General de PINTURAS ISAVAL; David Villafranca; el presidente de INDUSTRIAS OCHOA, Domingo Ochoa, y la directora general de HELADOS ESTIU, María José Félix.
Abrió el desayuno Robert Raga explicando la situación estratégica de Riba-roja, localidad situada entre la A3 y el ByPass, a 20 minutos del Puerto de Valencia y a sólo 5 del Aeropuerto de Manises. “Este aspecto, junto a la baja presión fiscal, nos convierten en una de las zonas industriales más competitivas”, defendió el primer edil, que destacó “los hechos” logrados por el equipo de gobierno municipal al situar en un millón de euros la inversión anual en sus áreas empresariales.
Según detalló el dirigente, Riba-roja, junto con Cheste y Loriguilla, ha asociado para ofertar 8 millones de metros cuadrados de suelo industrial logístico, una de las mayores plataformas de la Comunitat Valenciana. Además, para ordenar todo este espacio empresarial, el primer edil informó de que la localidad ha logrado un acuerdo con la UPV “para elaborar un plan estratégico”, al tiempo que aplaudió la Ley de Áreas industriales que ultima en Consell.
Blanca Marín y Diego Macià desglosaron las novedades que introducirá esta norma, en la que las entidades de gestión y Modernización de Áreas Industriales se vislumbran como “la figura clave, formada por Ayuntamientos y propietarios del suelo, para colaborar de forma coordinada e impulsar dotaciones y servicios adicionales que las conviertan en espacios productivos de calidad, sostenibles y competitivos”.
“Es una ley sencilla y flexible para atender la casuística de los polígonos. Ha sido muy participativa. Está siendo muy muy debatida y enriquecida a partir de todos los debates que se han abierto”, indicaron. La ley desarrollará un mapa de la industria valenciana que pretende convertirse en “una herramienta para atraer inversiones”.